jueves, 12 de julio de 2007

IRÁN CONDENA A MUERTE A 20 PERSONAS, ALGUNAS DE ELLAS POR SER HOMOSEXUALES

El gobierno iraní acaba de condenar a muerte a veinte personas por violación, adulterio y homosexualidad. Además, otras quince están a la espera de que los tribunales dicten una sentencia que se ve venir. Si la pena de muerte es reprobable en cualquier caso, el hecho de que se siga ejecutando a personas por tener una aventura extramatrimonial o por el simple hecho de ser homosexual abre de nuevo el eterno debate sobre el respeto a los Derechos Humanos.

Irán ha hecho pública esta decisión a través del portavoz del Poder Judicial, Ali Reza Yamshidi, quien no explicó cuándo fueron dictadas las sentencias, pero que dejó caer que las veinte personas fueron detenidas durante una operación de seguridad que se desarrolla desde el pasado mes de mayo en Teherán y otras ciudades del país.

Según Yamshidi, en esas redadas han sido detenidas centenares de personas, de las que la fiscalía "ha pedido pena capital para otras quince", aunque su caso "está todavía en los tribunales". Sin embargo, éste es el destino de muchas personas con casos similares en todo el país.

Amnistía Internacional ha pedido en reiteradas ocasiones que se retire el artículo 83 del Código Penal iraní, que establece que la pena para un hombre o una mujer que comete adulterio es la ejecución por lapidación. Así ocurrió el pasado 5 de julio, cuando Ja’far Kiani murió lapidado en la provincia de Qazvin, al oeste de Teherán, después de que el Tribunal considerara que había mantenido relaciones extramatrimoniales.

Los acusados, además, no lo tienen fácil para librarse de la muerte: el derecho iraní exige que sólo los testigos presenciales pueden servir de prueba en un juicio. Y aún así, no tienen asegurado salvarse ya que la palabra del juez es la última que cuenta. Si el magistrado dice tener el ‘conocimiento’ de que ese adulterio se ha cometido, la víctima está perdida.

Además del caso de Kiani, Amnistía comentó a Informativostelecinco.com que hay otra mujer, como Mokarrameh Ebrahimi, también acusada de adulterio, a la espera de una sentencia. Mientras, la Organización trata de parar ésta y otras condenas con su programa "Detengan las lapidaciones para siempre"

Los homosexuales corren el mismo riesgo, pero no sólo en Irán. Según María del Pozo, colaboradora de Amnistía, “todavía 8 países incluyen en su legislación la condena a muerte por este motivo: Afganistán, Arabia Saudí, Irán, Mauritania, Pakistán, Sudán, Yemen y algunos estados del norte de Nigeria. En otros lugares, las personas homosexuales pueden ser condenadas a cadena perpetua o a diferentes penas de prisión”.

Las sentencias anunciadas hoy por Irán son un retroceso. El Ayatolá Shahroudi pidió en 2002 al Ayatolá Supremo de Irán por aquel entonces, Ali Jamenei, la abolición de la lapidación. Sin embargo, “en septiembre de 2003 se aprobó una ley relativa a la ejecución de ciertos tipos de condenas, incluida la lapidación, que al parecer restaba fuerza a la suspensión”, explican desde la Organización. Nunca se dejaron de llevar a cabo, pero siempre se negaron. Ahora se habla de ellas así: "Aquellos que han violado a 'navamis' (mujeres), han cometido actos malvados, como 'lavat' (homosexualidad) o 'zena' (relaciones extra matrimoniales), fueron juzgados y sentenciados a la pena capital", dijo Yamshidi.

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