domingo, 21 de octubre de 2007

EE.UU. OTORGAN ASILO A UN JOVEN GAY

A los 18 años llegó a Estados Unidos. Cruzó clandestinamente la frontera por Tijuana, como lo hacen muchos que huyen de la pobreza de sus países. De un sureño y desolado pueblito de Guerrero, en México, él escapaba de los prejuicios.

"Carlos", como identificaremos a este hombre de 35 años, sufría la discriminación y el abuso constante debido a su homosexualidad.

Luego de varios años de intentar regularizar su estado migratorio, en 2004 un juez ordenó su deportación. Le dio 90 días para salir del país. Pero apeló su caso y después de tres años de lucha, el pasado 25 de septiembre le fue aceptada su petición de asilo.

"El juez comprendió la situación que hay en el país [México], supo del trato que le dan a los homosexuales, además de que soy seropositivo", comentó vía telefónica "Carlos", quien actualmente vive en Chicago.

Y es que "Carlos" contó ante el juez su experiencia de ser homosexual en México, del abuso sexual que sufrió hasta de sus propios familiares.

Desde los 7 años, comentó a través del auricular, empezó a sentirse diferente por la atracción que sentía por los demás chamaquillos, y en un pueblo pequeño, donde todos se conocen, los tres homosexuales que había eran maltratados y abusados. Pronto se daría cuenta que esa era la suerte que le deparaba. Y lo fue.

En una ocasión un familiar abusó de él física y sexualmente. La discriminación, los insultos, las vejaciones eran constantes. Entonces decidió huir de su infierno y emigrar al norte.

Después de 15 años de vivir en Estados Unidos llegó la orden de deportación, pero al apelar contactó con la abogada de inmigración, Aggie Hoffman, quien argumentó un caso basado en la persecución por ser parte de un grupo social determinado, el de los homosexuales.

"Fue basado en eso, en lo que le pasó en su juventud y en su niñez, que no fue protegido por el gobierno, por el contrario, era la misma autoridad policiaca la que en México persigue a este grupo social, presentamos casos de asesinatos de gays, de encarcelados, o sea que no sólo no los protegen, sino que la policía participa en la persecución", comentó la abogada.

Hoffman expuso ante el juez de inmigración los datos que el propio Departamento de Estado ha publicado sobre los abusos contra los homosexuales en México, basado en la información del Centro Nacional de Prevención y Control del Sida (CONASIDA), que insiste en la homofobia que prevalece en México, la cual ha generado ataques violentos y acoso en contra de los gays.

Los casos de asilo para homosexuales son raros, pero no imposibles, ya que es cuestión de argumentar el caso con todos los antecedentes, dijo la abogada.

No hay comentarios: