Un hombre siciliano de 49 años, casado y padre de una hija, ha matado a un joven futbolista de 25 años porque según él, le “atormentaba” desde hacía tiempo, llamándolo “maricón” cada vez que lo veía.
Los hechos ocurrieron este fin de semana en unos billares de la localidad de Falcone, un pueblo de 3.000 habitantes de la provincia de Messina (Silicia), cuando Rosario Floramo entró en el local, cargado con una escopeta y disparó sin mediar palabra contra Stefano Salmeri, situado a dos metros de distancia y que falleció en el acto.
Según algunos testigos presenciales, el presunto asesino, que llegó al centro recreativo en coche, entró en los billares y disparó a bocajarro contra la víctima. Acto seguido, salió del local como si nada hubiera pasado. Poco después, Rosario se dirigió a una comisaría de la localidad vecina de Barcellona Pozzo di Gotto donde confesó su delito. Floramo reconoció que hacía tiempo que el futbolista y sus amigos se burlaban de él y lo llamaban “maricón”.
Horas antes del suceso, Rosario Floramo se había encontrado con Stefano en la oficina de correos donde éste le había llamado “maricón”. Posteriormente, volvió a encontrárselo junto a unos amigos, repitiéndose de nuevo los insultos. Éste fue el detonante que desencadenó el trágico desenlace. Según Floramo, hacía tiempo que estaba pensando en la venganza contra el joven.
Rosario Florano -que ya poseía antecedentes penales- es hermano de Franceso Floramo, condenado a cinco años y medio de cárcel por haber dado una paliza mortal a Giuseppe Mandanici, un joven de 33 años, por ser homosexual y por orden del padre de éste, que no “soportaba” la vida que llevaba su hijo que al parecer se prostituía y quería “darle una lección”.
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