Todo ocurrió la pasada noche del 6 de octubre. Roberto, de 21 años de edad y vecino de la localidad de Coslada, fue víctima de una agresión homófoba por parte de los vigilantes de la estación de Atocha, según informa el periódico 20 minutos.
Roberto entró en los aseos de la estación de Atocha, acompañado de un amigo. Cerraron la puerta y cuando salieron, varios vigilantes les esperaban fuera. Uno de ellos les increpó, gritándoles: “¿Qué estabais haciendo, maricones, estábais follando?”. Aunque los dos jóvenes negaron estar “haciendo nada”, los vigilantes comenzaron a abofetearles. Acto seguido, los vigilantes les quitaron el DNI y les obligaron a vaciarse los bolsillos. Mientras dejaron marchar a su amigo, Roberto se quedó solo con los vigilantes. Al comprobar que tenía un preservativo, uno de los vigilantes le dijo: “¿Y por qué coño llevas un condón, maricón?”. Ésta fue la prueba por la que los vigilantes alegaron que hubo relaciones sexuales.
Tras las agresiones Roberto “estaba desorientado”. Por ello – según explica en la carta- “fui al Gregorio Marañón (el parte menciona contusiones en la cara), denuncié en comisaría y reclamé a RENFE”. Roberto considera que “es una agresión homófoba. Y no me vieron hacer nada con mi amigo”. Debido a este incidente, este madrileño ya no se atreve a pasar por Atocha por miedo a encontrarse cara a cara con los vigilantes. A partir de ahora, dice que se moverá en metro aunque tarde más.
Desde Renfe han manifestado desconocer los hechos y han afirmado que se abrirá una investigación interna para esclarecer lo ocurrido. Esta agresión es una más que se suma al largo historial de los vigilantes de Metro y Cercanías. En lo que va de año se han registrado al menos siete denuncias contra guardias de seguridad. De éstas, cinco han sido por ataques racistas.
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